En dos días me leí El niño con el pijama de rayas, de John Boyne. No fue una lectura buscada, simplemente el libro cayó en mis manos (y esto es literal): alguien se lo prestó a alguien, y cuando el segundo alguien se lo devolvía al primero, al preguntar servidora de qué iba, me lanzaron el libro a las manos con un "ya me lo devolverás".
Y así es como lo empecé a leer, porque soy incapaz de renunciar a un libro (fíjense que me leí El código Da Vinci que no hay por dónde lo coger, en mi opinión, aprovechando un préstamo a traición en un momento de convalecencia).
En fins. Que lo leí de una sentada en dos días aprovechando el viaje en Alsa (es de letra grande, por otra parte). No es que sea un librazo de la leche, pero es el arte de saber decir mucho con poco. El poder de las palabras, el ir hilando una historia con las pinceladas ingenuas de la visión de un guah.e de 9 años.
6 comentarios:
Pues a mí no me gustó demasiado... La historia es bonita, pero manida, y desde el primer momento intuyes el final. Sobre gustos no hay nada escrito, milady... Aunque estoy de acuerdo en que el Código Da Vinci es un truño de órdago: a mí me obligó a leerlo un regalo de la que era mi suegra, jeje... *ñ*
Es un libro sencillo, agradable de leer.
El que me resulta un tostón es Lolita, de Nabokov...
Mierda, se me escapó la tecla.
Que sobre 'El niño...' ya digo que no es un librazo, pero resulta entretenido.
En cuanto a los best sellers... ¡Huye de ellos!
A mí Lolita tampoco me enganchó: apoyo la moción, aunque no podemos negar que Nabocov parió un mito herótico... Dice más la idea que tenemos de lo que es una Lolita, que el libro en sí. En cuanto al niño, hoy pasará la noche con su pijamilla a rayas en la librería de mi primo: espero que su segundo dueño disfrute más de él que yo. *ñ*
'Herótica' yes tú bastante... y 'eróica', no te digo...
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