Mis biorritmos están a tope, de momento. Esto de estresarse ya a las 5.50 de la mañana es la caña. A pesar de mi acelere, el día está invernal, pero sin frío. Llueve a cántaros. No da tregua esta cortina de agua. Incluso puede parecer un día señardoso.
Estas sensaciones tienen banda sonora, como la de los Celtas Cortos con este Retales de una vida. Y es entonces cuando esta música, que no esta canción en concreto, que me acompañó durante un gran período de mi vida, vuelve a aflorar, a hacer de banda sonora durante unos minutos, hasta que vuelva el atropello a mi vida. Algo que comienza a convertirse en algo cotidiano.
Y de paso se convierte estos Retales... en dedicatoria silenciosa para mi querida..., que tantos momentos compartió conmigo con estas melodías de fondo. Besos.
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6 comentarios:
en la medida de lo posible, tómate las cosas con calma, ya sabes, y me aplico mi propio consejo a mi misma porque comienzo nueva etapa en mi vida! ufff, ufff, ya te iré informando, pero estos dias estoy que no estoy... demasiado agobio
a cuidarse y a relativizar, hay aspectos de la vida que están muy muy muy por encima de cualquier acelere laboral
eva v.
Ya chama. Que creo que sé por dónde van los tiros. Te llamo. Por cierto, tenemos unes botelles de sidra sin alcojol pendientes, que hay que probala
Gracias, mi amol...
Snif, snif. Siento no haber escrito nada antes pero no me he podido conectar a Interntet.
¿Sabes? El otro día dieron los Celtas un concierto gratuito en la Acera Recoletos de Valladolid y me acorde de ti, ¡qué casualidad!
En fin, brindo por la banda sonora de nuestra vida, sea cual sea... (con un Ribera del Duero, por supuesto). Besos mil.
Yo con un verdejo, que sabes que saliendo de la sidra, es el alcohol al que estoy abonada, aunque ahora me haya vuelto abstemia temporalmente. Besos
Que es Rueda, aclaro. Todo queda en la tierra castellana
a guaja, actualiza hoooooooooo
(cuando tengas un tiempín piquiñín)
la eva v.
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